Este texto sitúa sus principales contribuciones al análisis de diferentes circunstancias que concurren en los procesos de comunicación y el uso que se hace del lenguaje en las sociedades del siglo XXI, con especial énfasis en los contextos universitarios. Reivindicando y elogiando las virtudes cívicas, pedagógicas y sociales que ponen en valor la palabra, se insiste en la necesidad de aprender a hablar bien y comunicarse en público, fomentando el diálogo, la escritura y la lectura como «competencias» principales a adquirir en el tránsito de la formación a la profesión en educación social. Para ello, será necesario superar algunas de las carencias y limitaciones que se observan en sus actuales programas formativos, invocando las responsabilidades del profesorado y del alumnado, futuros educadores sociales.
Esta investigación versa sobre las competencias del profesional de la educación social en la promoción del envejecimiento activo, desde la percepción y opinión de los participantes: trabajadores sociales y directivos de centros sociales, educadores y educadoras sociales, personas mayores y colegios profesionales de educadores sociales. Se realizó en seis comunidades autónomas, utilizándose grupos de discusión y cuestionarios, donde se englobaban las competencias del profesional de la educación social, obteniendo un total de 112 participantes. El análisis de los resultados se realizó a través del programa ATLAS.ti v7.5.13, en el caso de los grupos de discusión, y con el paquete estadístico SPSS v. 22 para Windows, con los cuestionarios. Destacan como competencias relevantes las siguientes: la dinamización social y cultural que comporte un fomento de la motivación en la participación social y en la propia dinamización de la institución de personas mayores y su participación en la comunidad; el diseño, desarrollo, gestión y evaluación de planes, programas, proyectos y actividades; y el fomento y mejora del envejecimiento activo a través de la generación de recursos educativos y sociales que lo favorezcan, lo que permite replantear el proceso de envejecimiento y que repercute en la mejora de la calidad de vida.
Presentamos un estudio de caso en el que se da protagonismo a dos personas con trastorno del espectro autista (TEA), un familiar y varios profesionales de una asociación de referencia (APNABI). Los profesionales que trabajan con personas con TEA y sus familias deben ofrecer una respuesta adaptada a las diversas necesidades que presentan estas personas durante todo su ciclo vital. Este artículo tiene un doble objetivo: primero busca aclarar lo que se considera una buena práctica en relación con el TEA y, segundo, pretende aportar algunas recomendaciones para la formación de profesionales que trabajan en este ámbito. Durante la investigación se ha realizado una revisión de la literatura sobre la definición de buenas prácticas en relación al TEA y un análisis de toda la información recogida a través de tres entrevistas y un grupo de discusión. Mediante estas herramientas se han identificado varios elementos clave a considerar en la formación de los profesionales de este ámbito.
Este estudio presenta un análisis comparativo de la visión que tienen profesionales de la pedagogía social de distintos países sobre su acción socioeducativa en el marco de la pedagogía social. Surge del interés por construir una mirada global, actual e integrada sobre la pedagogía social. Se utiliza una metodología cualitativa con la realización de una serie de entrevistas semiestructuradas a profesionales expertos del ámbito de la pedagogía social de diez países distintos. El contenido de las entrevistas se analiza a partir de las principales dimensiones que configuran la pedagogía social, definidas por los expertos académicos en una investigación previa (Janero y Úcar 2016a). Éstas se codifican en una serie de categorías de análisis tratadas con el programa Atlas.ti. Según los profesionales entrevistados, la pedagogía social carece de una traducción profesional directa; no tiene un reconocimiento social y no existe acuerdo sobre su estatus epistemológico. Existen una serie de aspectos concretos que consideran que se desarrollan de forma específica en función de cada contexto. Coinciden en que es posible generar un marco teórico y práctico común para la pedagogía social ya que existen elementos comunes entre las tradiciones de los diferentes países. Sin embargo, afirman la necesidad de crear y potenciar entornos de diálogo entre teóricos y prácticos; entre académicos y profesionales.
La educación social, entendida como profesión, adquiere entidad a través de la formación universitaria, pero no existe un perfil competencial consensuado entre lo académico y lo profesional con el que los educadores sociales se sientan identificados. Este estudio se ha llevado a cabo a partir de un análisis documental comparativo de los diferentes planes de estudio de las universidades españolas en los que se imparte la titulación de Educación Social y tiene como objetivo identificar y analizar los perfiles que se derivan de los mismos con el fin de examinar si la formación universitaria se aproxima a la práctica socioeducativa o concluyente de la profesional socioeducativa. Analizada y discutida la diversidad competencial, se propone un perfil formado por cuatro competencias: las competencias básicas que, desde un enfoque integrador, unen aquellos conocimientos, procedimientos y actitudes que se consideran imprescindibles para la aplicación de los saberes adquiridos; y las competencias profesionales, relativas a la función que desempeña el educador social en los escenarios de acción socioeducativa (saber hacer), así como unas competencias que aluden a la identidad profesional del educador social (saber ser).
El objetivo de este trabajo es presentar una propuesta de mejora de la formación de los educadores sociales a partir de un análisis pormenorizado de su perfil competencial y su desarrollo profesional. Para ello, se presentan los principales resultados de una investigación realizada por Álvarez (2017) sobre el perfil profesional propio de los educadores sociales y se pone en relación a su formación inicial universitaria. El trabajo parte de la delimitación del ejercicio profesional en sus tres elementos principales: los ámbitos de trabajo, las funciones ejercidas y las competencias requeridas, siendo las competencias profesionales el núcleo en el que debe centrarse la formación universitaria, y finaliza exponiendo algunas propuestas de mejora en el planteamiento de la formación del título de grado en Educación Social.
Las entidades de tercer sector social viven un cambio de época, deben cubrir más necesidades sociales y, al mismo tiempo, deben hacer frente a una disminución de recursos. La formación de los profesionales es una estrategia que ofrece grandes oportunidades, siempre que cumpla criterios de calidad (Dalmau, 2018). Sin embargo, ¿la formación que implementan las entidades de tercer sector social es de calidad?, ¿qué propuestas de mejora se pueden realizar para que sea de mayor calidad? Este artículo analiza la calidad de la formación que se implementa en las entidades sociales, y que reciben los profesionales voluntarios y remunerados, a partir de una serie de criterios como la realización de un proceso de detección de necesidades rigurosas, la evaluación de los resultados, la planificación de recursos, etc. Mediante el paradigma interpretativo y una metodología mixta, se aplica un cuestionario a más de ciento diez entidades y dos grupos de discusión con veintiún expertos. Los resultados permiten constatar el aumento de la formación en el sector en los últimos años y la necesidad de mejorar su calidad. Asimismo, algunas propuestas de mejora son elaborar planes de formación que respondan a los objetivos estratégicos de las entidades y al desarrollo de las competencias de los profesionales y voluntarios, asegurar un presupuesto anual, implementar modelos de detección de necesidades formativas más rigurosos, utilizar modalidades formativas más punteras y aplicar modelos de evaluación más eficaces. Además, el estudio ofrece pautas para los responsables del tercer sector que contribuyan a la mejora de la calidad de la formación y, por tanto, que contribuya al desarrollo de las competencias de los profesionales y voluntarios de la intervención socioeducativa.
El objetivo del estudio que se presenta es conocer la percepción de jóvenes extutelados beneficiarios de programas de autonomía gestionados por Aldeas Infantiles SOS Barcelona, en cuanto a la orientación recibida en el centro residencial en torno a la promoción de la red de apoyo social y las habilidades formativas-laborales, con el fin de establecer implicaciones prácticas para la transición. Se ha empleado un diseño de corte cualitativo en el que han participado 12 jóvenes de entre 18 y 25 años. Los resultados muestran que los chicos recibieron orientación desde el centro residencial y que, además, estaban involucrados en entidades y asociaciones. Aunque se ha constatado una alta movilidad escolar y de recurso de protección, actualmente todos continúan un itinerario académico o laboral y cuentan con red de apoyo social. Especialmente, se corrobora que la estabilidad en el mismo recurso de protección genera niveles más altos de vinculación.
Las consecuencias de una hospitalización tienen un impacto psicológico, físico y social en los pacientes. En el tratamiento de los pacientes intervienen diferentes profesionales que conforman los equipos multidisciplinares, donde encontramos a los profesionales de la educación social. En este trabajo se analiza la intervención del educador social con personas diagnosticadas con trastorno del espectro autista que están recibiendo tratamiento en un ámbito hospitalario. Desde la educación social se trabaja fuera del recinto hospitalario para acercar al paciente a la comunidad, proporcionando herramientas y estrategias para que el paciente adquiera aprendizajes para desarrollar sus plenas capacidades en su entorno social. Debido a las características nucleares del trastorno del espectro autista, es de vital importancia la intervención de este profesional para realizar la vinculación de los pacientes con la comunidad para mejorar el tratamiento. Las intervenciones del profesional de la educación social tienen como objetivo dotar al paciente de herramientas y estrategias para conseguir una mayor autonomía para poder desarrollar una vida con el máximo de capacidades posible. Otro de los objetivos es la vinculación a recursos comunitarios, con lo que se quiere conseguir tejer una mayor red de apoyos a la persona.
El servicio de apoyo y atención emocional (SSAE) de 27 centros educativos del Pla de Barris de Barcelona tiene la finalidad de mejorar el desarrollo integral del niño en el marco escolar, mediante un abordaje que incluya las dimensiones emocionales, sociales, físicas e intelectuales. Este artículo describe el SSAE y presenta un análisis de su implementación, después de dos años de funcionamiento, teniendo en cuenta: 1) los cambios asociados al servicio; 2) los facilitadores y barreras hallados; y 3) algunas propuestas de mejora y de futuro. Se han examinado las memorias de centro siguiendo la metodología de análisis de documentos. Del análisis se desprende que el SSAE garantiza el desarrollo de competencias socioemocionales y la cohesión y convivencia en las aulas. Los facilitadores y barreras identificadas son amplios e incluyen factores al nivel de toda la comunidad educativa. Se sugieren propuestas de mejora y de futuro en la interrelación de: a) la filosofía y valores de centro; b) el encaje, la coordinación y la colaboración entre profesionales; y c) la definición, funcionamiento y evaluación de las intervenciones. Este servicio podría extenderse a otros centros educativos con características o necesidades diferentes.
Competències, formació i bones pràctiques dels professionals de l’acció socioeducativa (Original en catalán)
2020 Versiones en catalán y en castellano.
Educació Social. Revista d’intervenció socioeducativa. Revista editada por la Facultat d’Educació Social i Treball Social Pere Tarrrés. Universitat Ramon Llull.
Educación Social. Revista de Intervención Socioeducativa (Castellano)
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