×

Personas mayores y TIC: oportunidades para estar conectados

Autoría:

Erika González García, Nazaret Martínez Heredia. Facultad de Ciencias de la Educación Universidad de Granada

Resumen

La población española es la segunda que más envejece a nivel mundial. Ante esta situación y con la presencia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, las redes sociales y el uso de internet en la vida cotidiana, es necesario dar una respuesta a este colectivo. Algunos informes nos revelan que un escaso porcentaje de personas entre los 65 y 74 años de edad se habían conectado en los últimos tres meses a internet, lo que nos muestra que existe una gran brecha digital intergeneracional. Esta panorámica nos alerta de que una forma de integrar a las personas mayores en la sociedad y hacerlas partícipes de ella, es a través de las nuevas tecnologías. En este sentido, el objetivo que nos planteamos con este trabajo, no es otro que el de estudiar cómo a través de las redes sociales, aplicaciones móviles y programas, se propicia que las personas mayores se sientan más integradas en la sociedad participando activamente a través de la red. En este contexto, el desafío tanto para los educadores como para las instituciones, será el realizar reformas que permitan aprovechar las potencialidades que nos ofrecen las TIC junto con las demandas que tienen las personas mayores con el fin de acercarlos a la Sociedad de la Información. 

 “Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza”

Tennyson

Introducción

Las formas de socialización han cambiado de manera acelerada, en parte, debido al avance de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Hace años, las personas solo nos comunicábamos a través de teléfonos, cartas o cara a cara. Hoy día comunicarse de esta forma parece impensable y todo ello gracias a las tecnologías que tenemos a nuestro alcance que nos brindan oportunidades de poder estar conectados con familiares o amigos a miles de kilómetros sin importar en qué parte del mundo nos encontremos. Por medio de plataformas o redes sociales, uno puede tener contacto con otras personas, conocidas o no conocidas, por motivos laborales o simplemente buscando amistad.

Es indiscutible que las TIC ofrecen grandes oportunidades y beneficios, pero ¿estas oportunidades benefician a todas las personas por igual? Para dar respuesta a esta pregunta nos hemos planteado este trabajo, con el objetivo de estudiar la relación que existe entre las personas mayores y el manejo y conocimiento de las TIC.

Consciente de que existe una enorme brecha digital, consideramos necesario conocer sus potenciales y limitaciones para ver si las tecnologías y proyectos educativos responden y se adecuan a las características y necesidades del colectivo de mayores.

Según encuestas del Instituto Nacional de Estadística (INE, 2015), la tecnología más usada por las personas mayores es el teléfono móvil, por lo que hemos considerado pertinente indagar sobre las aplicaciones móviles diseñadas para este colectivo tan numeroso. Así mismo, hemos considerado oportuno conocer el papel que juegan las redes sociales en la socialización y su relación con estas personas, puesto que una de las herramientas de integración e inclusión de este colectivo es la utilización de estos instrumentos, con el objetivo de reducir la brecha digital existente.

1. Brecha digital

En la sociedad de la información y del conocimiento se está produciendo un avance a pasos acelerados de las tecnologías, las cuales están teniendo una gran repercusión en la sociedad, donde prácticamente ya no se puede entender sin estos medios. En este contexto nos surge el interrogante de si estos avances tecnológicos están llegando de la misma manera a todas las personas, a bote pronto, podemos afirmar que no es así.

Según Colombo, Aroldi y Carlo (2015), ponen de manifiesto que existen dos tipos de brecha digital: la primaria y secundaria. La primaria hace referencia a esa desigualdad en cuanto al acceso a las TIC entre ricos y pobres; en cambio, la brecha secundaria hace alusión a la desigualdad de competencias y habilidades al acceso de las TIC; esta segunda categoría es que nos interesa para nuestro estudio, pues es dónde se alude a la brecha digital existente entre las personas mayores o tercera edad y la población más joven, y porque está directamente relacionada con el multialfabetismo, es decir, a la alfabetización digital para la tercera edad, sin olvidar que la brecha digital secundaria se hace mucho más grande cuando convive con la brecha primaria.

Prensky (2001), refiriéndose a estas diferencias existentes en las distintas generaciones habla de inmigrantes y nativos digitales. Los nativos digitales son lo que nacen con los medios, es parte de su ambiente y de su vida diaria, es más, no se imaginan la vida son estos medios porque han estado siempre relacionados con ellos, en cambio, los inmigrantes digitales son lo que pertenecen a las generaciones que nacieron en una época donde la comunicación estaba muy limitada, están acostumbrados a relacionarse cara a cara (Shupei, Syed, Kayla y Sheila, 2016). En definitiva, han vivido sin estos medios y ahora se ven en la necesidad de adaptarse a ellos, ya que para cualquier gestión de la vida diaria son necesario. Este perfil multidimensional que define la brecha digital pone de manifiesto que se trata de un fenómeno que no es fácil ni rápido de corregir. A pesar de ello, es necesario disminuir las diferencias para que todas las personas participen de ellas. Las TIC nos ofrecen grandes oportunidades para todos los colectivos de la sociedad, independientemente de la edad que tengan, pero es necesario conocer las necesidades, intereses, inquietudes y posibles limitaciones de todos los ciudadanos para acercarlas a ellos.

2. Adultos mayores o tercera edad

Aludimos a personas mayores, tercera edad o adulto mayor coincidiendo con investigaciones que fijan la franja de edad a partir de los 65 años para denominar a este colectivo.

Según estudios realizados por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO, 2008), sobre la participación social de las personas mayores, indica que estas personas tienen una buena disposición a participar en actividades sociales e incluso muchas de ellas, después de la jubilación empiezan una carrera universitaria, se inscriben en actividades de ocio, deporte, voluntaria, etc. Se puede decir que tienen una motivación y también cuentan con habilidades y competencias y, sobre todo, experiencia para seguir formándose y estar al día, es decir, no mantenerse al margen de la sociedad en la que viven. A pesar de ello, también tienen una serie de limitaciones relacionadas con el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, como pueden ser la visión, donde puede verse reducida la visón a la hora de navegar por internet, visualizar páginas web…; la capacidad física, relacionada con la motricidad fina y con el manejo del ratón o el teclado; la audición, incapacidad para oír determinados sonidos y la capacidad cognitiva (Vilte, Saldaño, Martín y Gaetán, 2014).

No obstante, hemos de señalar que estas series de limitaciones no tienen edad, pues que hay muchos niños y jóvenes que tienen dificultades visuales, auditivas, motoras, etc., por lo que los medios, las TIC, deben adaptarse a cualquier tipo de personas con sus limitaciones y dificultades, independientemente de la edad que tengan. Las limitaciones no hay que verlas como barreras, sino todo lo contrario, como una oportunidad que nos brindan las TIC.

Unido a esto, quizá la mayor dificultad para acceder a las tecnologías sea el miedo y la incertidumbre que poseen algunas personas con respecto a las TIC en general, esto puede deberse principalmente al desconocimiento que sufren de ellas, tal y como lo pone de manifiesto un estudio realizado por la Fundación Vodafone España, donde las personas mayores les cuesta percatarse de lo positivo que tienen las TIC (Jiménez, 2011).

Como argumenta Montero

“si históricamente el siglo XIX se caracterizó por un «derroche de vida» (alta natalidad y alta mortalidad), el siglo XX ha supuesto el periodo de finalización de la transición demográfica, la revolución de la longevidad y el envejecimiento. Con la mirada puesta en el siglo XXI, podemos decir que éste se convertirá en el reto de hacer compatible la longevidad con la autonomía personal y la participación social” (2005: 36).

3. Uso de las TIC en personas mayores

Si tenemos en cuenta los datos que analizan el uso de las nuevas tecnologías entre las personas mayores, hay que establecer una diferenciación entre el acceso y su uso. Nuestra obligación como educadores es fomentar el uso con un objetivo provechoso, no valorando únicamente aspectos cuantitativos. En este sentido, la encuesta sobre equipamiento y uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación elaborada por el INE en el año 2015, encuestó a 4.124.463 personas con edades comprendidas entre los 65 y 74 años. En esta encuesta se investigó el total de personas que han utilizado el ordenador en los últimos tres meses y el resultado fue de un 25,8%; personas que han usado Internet al menos una vez por semana en los últimos tres meses, un total de 26,2%; personas que han hecho uso del correo electrónico al menos una vez por semana en los últimos tres meses, un total de 22,8%; personas que han comprado a través de Internet en los últimos tres meses, un total de 4,5% y finalmente las personas que han usado el teléfono móvil en los últimos tres meses, un total de 78,6%. Teniendo en cuenta esos datos, podemos decir que los recursos que se utilizan con más frecuencia son el teléfono móvil en primer lugar, seguido del ordenador a gran distancia.

Fundación Cibervoluntarios. Curso móviles para mayores en Flickr

El Informe “Las personas mayores en España” publicado por el IMSERSO en el año 2008, dedicaba uno de sus capítulos al uso de las TIC por parte de las personas mayores (Barrio y otros, 2009), destacando que sólo un 50,5% de las personas entre 65 y 74 años se conectaban al ordenador diariamente; un 31,5% semanalmente; 8,3% mensualmente y un 9,8% no todos los meses. Los servicios de Internet más utilizados hacían referencia a búsquedas de información, 79,9%; recibir o enviar correos, 78,7% y Otros, 62,7%.

Sin embargo, según datos publicados recientemente por el IMSERSO y el CSIC en el Informe titulado “Un perfil de las personas mayores en España, 2012. Indicadores estadísticos básicos” (Abellán y Ayala, 2012), el porcentaje de personas de edades comprendidas entre 65 y 74 años que habían usado Internet en los últimos tres meses había descendido a un 15,6%.

Otro de los estudios realizados por la Fundación Vodafone España en el año 2011, analiza la relación que existe entre el uso de las TIC por parte de las personas mayores y el nivel cultural, poniendo de manifiesto que a mayor formación, mayor uso del teléfono móvil (Jiménez, 2011).

Uno de los resultados obligados que dan respuesta a la sociedad del conocimiento es la dimensión de la educación permanente que se traduce en el concepto de educación a lo largo de toda la vida. El aprendizaje permanente no camina de forma paralela al currículo oficial, si no que avanza según el discurrir propio de la vida, sea en la faceta, personal, profesional o social. En este sentido,

“el aprendizaje permanente es un proceso continuo a lo largo de toda la vida, que reconoce la universalidad del espacio educativo; es decir, cualquier espacio puede transformarse en espacio educativo y se caracteriza por su carácter integrador e innovador” (Cantillo, Roura y Sánchez, 2012: 16).

3.1.  Aplicaciones móviles y tercera edad

Puesto que existe un elevado porcentaje de personas que utiliza el teléfono móvil, hemos investigado en la página web de la Junta de Andalucía para conocer algunas aplicaciones dirigidas exclusivamente a este colectivo de edad. La Junta de Andalucía cuenta con un portal de la sociedad de la información dedicado exclusivamente a aplicaciones móviles para la tercera edad (Andalucía es Digital, 2016). Según la finalidad y objetivo, encontramos Apps desde entretenimiento u ocio hasta control de la salud. Además de ello, existe un voluntariado destinado a estas personas, llamado acompañamiento digital, donde se ayuda a que personas sin conocimientos o con conocimientos muy básicos sobre nuevas tecnologías, sepan aprender a desenvolverse con las TIC. Tan solo citaremos algunas aplicaciones a modo de ejemplo, dedicadas a la salud y al entretenimiento.

  1. Medisafe o Pillboxie. Aplicaciones que avisan cuando se ha de tomar los medicamentos, además, informa a los familiares si lo ha hecho.
  2. Lumosity. Aplicación diseñada para ejercitar la memoria.
  3. Words With Friends. Aplicación de agilidad mental que permite jugar entre personas.
  4. Fit Brains Trainer. Aplicación para ejercitar a través de juegos la concentración, la agilidad mental, la percepción visual, etc.
  5. Prime Alert. Aplicación de alerta a través de GPS que avisa a familiares y médicos de dónde se encuentra la persona.
  6. RunTastic Pro. Aplicación para mantenerse en forma monitorizando la actividad física diaria.
  7. Dragon Dictation. Aplicación para las personas que tienen dificultad para manejar el teclado. Se hace a través del reconocimiento de voz.
  8. BIG Launcher. Aplicación para personas con visión reducida. Los iconos y el teclado es mucho mayor.

Como podemos observar, los recursos TIC que existen en Andalucía para las personas mayores son muchos, además, todas tienen la ventaja de que de alguna manera, contribuyen a la participación y a la integración en la sociedad como una posible forma de evitar el aislamiento y la soledad. De igual modo, se sienten útiles porque están constantemente trabajando la agilidad mental y física.

Otros autores señalan una nueva categoría de aplicaciones, son gestores de tareas (Senior friendly to do list), asistentes de compra y cocina (Recipes for senior), economía del hogar (Senior savings), etc. (Martínez y Piñero, 2015).

Redes sociales y personas mayores

La forma de estar en contacto con otras personas ha cambiado debido a las redes sociales. De Oleo, Moreta y Rodríguez dicen que “para pensar en una red social, se puede pensar en una forma de interacción abierta, que proporciona un intercambio dinámico entre personas, grupos o comunidades” (2012:133). Existen muchos tipos de redes sociales, estas diferencias se puede ver según su finalidad; algunas son más parecidas como Tuenti o Facebook, Hi5, etc. éstas se utilizan más bien para estar en contacto con los amigos. Otras se utilizan a nivel profesional como Linkenind o Research Gate; etc. Pero sí podemos decir que todos tienen unas características que las sitúan en ese amplio ámbito de las redes sociales.

Fundación Cibervoluntarios en Flickr

Eliminan barreras físicas entre personas, los participantes se convierten en transmisores, emisores y reproductores de información, suponen una producción y transmisión rápida de la información, hacen posible una forma de comunicarse de forma horizontal, rápida y en la que adquieren una gran relevancia los elementos audiovisuales (Díaz, 2011). Por su parte, Castells (1999:13) argumenta que una de “las paradojas que presentan las redes sociales es que el ciberespacio, es ese no-espacio”. Superan límites espacio-temporal, ya que se puede hacer una publicación en España y al segundo en Estados Unidos alguien lo comenta, establece la conectividad entre personas de distintas culturas, “permiten conectar con personas que por barreras físicas, sociales, geográficas o por discapacidades no se puede contactar en el mundo de átomos” (Díaz, 2011: 10). Las tecnologías también permiten la conexión intergeneracional; un estudio realizado, con la participación de un profesor de la Universidad de Granada, en Estados Unidos hizo ver que e1 86% de las personas dijeron que las redes sociales hacían que mejorara las relaciones familiares entre distintas generaciones, padres, abuelos, hijos y nietos (Sánchez, Kaplan, Shelton y Bradley, 2015). Éstas son algunas de las características que tienen en común, sin duda habría más. En este trabajo sólo se tratan las potencialidades que tienen estas plataformas, se sabe que tienen también sus limitaciones y desventajas, como en el caso de las redes sociales, el peligro que presenta para la privacidad.

A medida que pasan los años, las personas mayores se van haciendo un hueco en cuanto a la utilidad que le dan a las redes sociales, en este sentido, Vilte y otros, afirman que

“el hecho de estar en línea y “conectados”, puede traer muchos beneficios a los adultos mayores. (…) Ya sea usando Facebook para mantenerse en contacto social, Skype para llamar a familiares en el extranjero o Web logs (blogs) para registrar sus opiniones, las redes sociales propician que las personas de la tercera edad se sientan más incluidas en la sociedad, participando activamente a través de Internet” (2014: 3-4).

Es sorprendente observar cómo la manera de socialización está cambiando debido a estos nuevos escenarios, tanto para las relaciones familiares y de amistas, como para expresar las opiniones, propiciando que las personas mayores se sientan miembros activos de la sociedad.

Estudios recientes llevados a cabo en España por la Fundación MAPFRE (2015), muestran cómo ha aumentado el uso de las redes sociales por parte de las personas mayores de 65 años. De abril de 2009 a mayo de 2011, aumentó el uso en un 150%, pasando del 13% en 2009 al 33%. En febrero de 2012, un tercio de los mayores de 65 años son usuarios de redes sociales como Facebook, empleándoles en mayor medida para contactar con familiares y conocidos.

Soy mayor y me gusta navegar. Fundación Cibervoluntarios en Flickr

En consonancia con lo anterior, según el Instituto Nacional de Estadística (2015), sólo el 21,2% de las personas de entre 65 y 74 años han utilizado en los últimos tres meses redes sociales o páginas web.

Los números quizá no sea lo más importante, pero sí consideramos que es necesario conocerlos, porque, en parte, gracias a este tipo de estudios somos más conscientes de la realidad que nos rodea con respecto al colectivo de la tercera edad.

Tras los datos consultados, podemos apreciar que la participación de las personas mayores en las redes sociales va en aumento, pero un crecimiento bajo si tenemos en cuenta el total de la población, puesto que “de los 20 millones de perfiles de Facebook España, solamente un 3,5% (700.000 perfiles) corresponde a usuarios de 65 o más años” (Martínez y Piñero, 2015: 4). Esto es un dato importante, pues conocemos el papel que juegan las redes sociales para la integración y socialización de este colectivo. Estar en una red social facilita el contacto con otras personas, en este sentido, existen proyectos (Sánchez y Otros, 2013) que emplean estos medios para la inclusión social de las personas mayores, además de ofrecer posibilidades para que las distintas generaciones están conectadas.

3.2. Proyectos destinados a las personas mayores

Existen en España numerosos proyectos provenientes de ayuntamientos, asociaciones, fundaciones… que tienen por objetivo la alfabetización digital de las personas de la tercera edad. Nosotras, tan solo, aludiremos a algunos de ellos:

  • EDAD: Es un proyecto creado en 2009 por la Fundación Orange y la Universidad Complutense de Madrid. Este proyecto tiene por objetivo prevenir el deterioro cognitivo y favorecer la integración social de las personas mayores a través del uso de sistemas tecnológicos. En este proyecto colaboran varias entidades, ente ellas, el gabinete de Calidad de Vida y Envejecimiento de la Universidad de Granada.

Gráfica 1. Medias obtenidas en memoria inmediata

Fuente: Vodafone, 2009

Como podemos observar en esta gráfica, los resultaron mostraron que a través de este proyecto se mejoraron los conocimientos y uso de las nuevas tecnologías, contribuyendo a disminuir la brecha digital.

  • ENRED@TE: Se trata de un proyecto que permite a las personas mayores estar en contacto con otras para hablar, compartir experiencias,…. Fue creado en 2015 por la Fundación Vodafone España y la Cruz Roja, siendo su principal misión la de fomentar el envejecimiento activo y fortalecer la participación social de este colectivo.
  • Videoatención: proyecto creado en 2012 por Vodafone, tiene por objetivo facilitar el desarrollo y mantenimiento de las capacidades físicas, cognitivas y relacionales de las personas mayores con el apoyo de las nuevas tecnologías.
  • Proyecto TIC Fotografía para la tercera edad (Curso 2015/2016): es un proyecto creado por los estudiantes del Grado de Educación Social de la Universidad de Granada, tiene por objetivo dar voz a las personas mayores a través de la fotografía, a la vez que aprenden a utilizar las nuevas tecnologías, puesto que tienen que trabajar con un editor de fotos.
  • La editorial Aula Planeta (2015), también tiene un proyecto denominado Soy fan de mi abuel@: un proyecto intercultural e intergeneracional con las TIC como herramienta”. Se trata de un proyecto que se lleva a cabo en Educación Infantil, Primaria y Secundaria en algunos centros de la provincia de la Málaga, con el objetivo de que el alumnado conozca y enseñe a sus abuelos y abuelas el uso de las TIC, además, al tratarse de una provincia con un alto índice de inmigrantes, el tema de la interculturalidad también está muy presente y donde se trabaja desde las aulas ATAL a través de las nuevas tecnologías. Este tipo de iniciativas van mucho más allá del aprendizaje y la adquisición de competencias por parte de las personas mayores en la utilización y manejo delas TIC, lo importante es que los mayores, niños, adolescentes, juventud y adultos, estén en contacto para que así la discriminación por edad, o edadismo, no crezca en una sociedad donde lo que se persigue es la plena integración y la igualdad de personas independientemente de su edad, sexo o procedencia.

4. Consideraciones finales

El uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) es sin duda el componente clave que mejor simboliza el cambio de época que estamos viviendo. Uno de los retos ante los que se enfrenta la sociedad de la información es, además de mejorar la tecnología necesaria para conseguir el acceso a contenidos y recursos informacionales de gran calidad, conseguir que este acceso llegue de forma mayoritaria y en igualdad de condiciones a todos los ciudadanos.

Es un hecho constatable que las TIC han cambiado, en gran medida, la forma de relacionarse entre las personas, también es una evidencia que estos dispositivos no están a disposición de toda la población, existe la llamada brecha digital, no sólo por razones económicas, sino, en nuestro caso concreto, por motivos relacionados con la edad y con la escasa formación que poseen algunas personas mayores en este ámbito. En este sentido, y salvo esta limitación, nunca antes la información y el conocimiento había estado al alcance de cualquier individuo, teniendo ciertas competencias de búsqueda de la información y los recursos tecnológicos necesarios, toda persona puede autoformarse. Esta es la característica de la sociedad actual; antiguamente la información sólo estaba al alcance de unos pocos.

Las personas mayores, al igual que cualquier otro colectivo, poseen diferentes limitaciones, tanto físicas como a nivel formativo para el uso de las TIC, pero es más el interés que muestran muchos de ellos por estar al día en esta sociedad de la información, por lo que podemos decir, que son más las posibilidades que las limitaciones que tienen.

Fundación Cibervoluntarios en Flickr

A lo largo de este trabajo, hemos comprobado cómo cada vez más las personas de la tercera edad usan internet, aunque todavía muy por debajo de otros grupos de edad más jóvenes, no solo como forma de comunicación, sino, que existen aplicaciones específicas para ellos con el propósito de llevar a cabo su vida diaria de la mejor forma posible, es decir, un envejecimiento activo. Las aplicaciones les permiten mejorar sus capacidades cognitivas, la autonomía personal, la salud, la formación, la integración intergeneracional, además de mantenerlas en contacto con otras personas de su alrededor. Son muchos los proyectos que se están llevando a cabo desde instituciones privadas y públicas con el objetivo de incluir e integrar a este sector de la población a través de las nuevas tecnologías. Los y las educadoras sociales tienen un amplio campo de actuación con este colectivo y en la materia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, pues ya se explicó en uno de los talleres del VI Congreso de Educación Social “Nuevas Visiones para la Educación Social, experiencias y retos de futuro”, donde se ponía de manifiesto que

“quizá una de las funciones del educador 2.0 sea la de acompañar a la persona en la construcción de su identidad virtual. O la de recuperar el “siempre” ansiado trabajo comunitario alentando la creación de comunidades virtuales que den voz a las personas en desventaja social”. (Sánchez, 2014:3-4)

Referencias bibliográficas

Abellán, A.; Ayala, A. (2012). “Un perfil de las personas mayores en España 2012. Indicadores estadísticos básicos”. Madrid: Informe Portal Mayores 131. [en línea].  [10 de junio de 2012]. [2 de septiembre de 2016].

Aula Planeta. (2015). “Soy fan de mi abuel@: un proyecto intercultural e intergeneracional con las TIC como herramienta”. [en línea]. [en linea]  [2 de septiembre de 2016].

Barrio, E.; Sancho, M.T.; Pérez-Ortiz, L.; Abellán, A. (2009). “Las personas mayores en España. Datos estadísticos estatales y por Comunidades Autónomas”. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Cantillo, C.; Roura, M. R.; Sánchez, A. (2012). “Tendencias actuales en el uso de dispositivos móviles en educación”. En La Educación Digital Magazine, núm. 147, págs.1-21. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Castells, M. (1999). “The Information Age: Economy, Society and Culture”. Oxford: Blackwell.

Colombo, F.; Aroldi, P.; Carlo, S. (2015). “Nuevos mayores, viejas brechas: TIC, desigualdad y bienestar en la tercera edad en Italia”. En Comunicar: Revista Científica de Comunicación y Educación, Vol. 23, núm.(45), págs. 47-55. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

De Olea, C. ; Rodríguez, L. (2012). “Mayores y redes sociales en España: evaluación de la usabilidad en el proceso de registro”. Ventana Informática, núm. 26, págs. 129-140. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Díaz, V. (2011). “Mitos y realidades de las redes sociales”. Prisma Social: revista de ciencias sociales, núm. 6, págs. 340-366. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Fundación de Tecnologías Sociales. (2015). “Proyecto ENRED@TE, un piloto de red de socialización que mejora la calidad de vida”. [en línea].  [2 de septiembre de 2016].

Fundación Vodafone España. (2012). “Mejoramos la calidad de vida de las personas a través de las TIC”. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Fundación Vodafone y Universidad Complutense de Madrid. (2009). “Proyecto EDAD”. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Instituto de Mayores y Servicios IMSERSO. (2008). “La participación social de las personas mayores”. Madrid: Ministerio de Educación, Política Social y Deporte. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Instituto Nacional de Estadística. (2015). “Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares”. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Jiménez, A. (2011). “El Estado Actual de la Accesibilidad de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)”. Madrid: CERMI/Fundación Vodafone.

Junta de Andalucía. (2016). “Andalucía es digital. Portal de la sociedad de la información de Andalucía”. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

MAPFRE. (2015). “A fondo. Las personas mayores y las redes sociales”. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Martínez-Rolán, X.; Piñero-Otero, T. (2014). “Tipología y funcionalidades de las aplicaciones móviles para mayores. A un tap del envejecimiento activo”. Ámbitos. Revista Internacional de comunicación, número 29, págs.1-12. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Montero, I. (2005). “El interés de las personas mayores por la educación: Qué educación. Estudio de Campo”. Granada: Editorial Universidad de Granada. Tesis doctoral.

Prensky, M. (2001). “Digital natives, digital immigrants part 1”. On the horizon, Vol. 9, núm. 5, págs. 1-6. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Sánchez, M.; Kaplan, M.; Shelton, C. ; Bradley, L. (2013). “Using Technology to Connect Generations”. University Park, PA: Penn State University & Washington D.C.: Generations United. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Sánchez, S. (2014). “Las TIC al servicio del ciudadano. Riesgo, libertad y creatividad”. En RES Revista de Educación Social, núm. 18, págs. 1-4. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Shupei, Y.; Syed, H.; Kayla, D.; y Sheila, R. (2016). “What do they like? Communication preferences and patterns of older adults in the United States: The role of technology”. Educational Gerontology, Vol. 42, núm. 3, págs. 163-174. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Vilte, D.; Martin, A. E.; Gaetán, G.; y Saldaño, V. (2014). “Favoreciendo el acceso a la web: experiencias con usuarios mayores de la región patagónica”. Informes Científicos-Técnicos UNPA, Vol. 6, núm. 2, págs. 1-29. [en línea]. [2 de septiembre de 2016].

Para contactar

Erika González García, Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Granada. Campus universitario Cartuja, S/N. 18071 Granada. Profesora ayudante doctor en Pedagogía, erikag@ugr.es

Nazaret Martínez Heredia, Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Granada. Campus universitario Cartuja, S/N, 18071 Granada. Becaria FPU. Departamento de Pedagogía. namahe@ugr.es

Fecha de recepción del artículo: 22/09/2016
Fecha de aceptación del artículo: 19/01/2017