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Acción Tutorial en los estudios de Educación Social

Autoría:

Beatriz Echeverría Aldana. Educadora Social

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1. Introducción:

La Educación Social como título universitario, ha tomado una nueva forma adaptándose así al Espacio Europeo de Educación Superior, de  modo que ha pasado de ser  una diplomatura a una enseñanza de Grado. Cómo tal debe asumir la nueva concepción de enseñanza-aprendizaje que el EEES viene  concretando, ejemplo de ello es el  sistema de créditos ECTS y el  Plan de Acción Tutorial (PAT).

En este nuevo planteamiento, la acción tutorial cobra especial relevancia. Por ello en el siguiente texto abordaremos la importancia de la figura del tutor en el transcurrir académico de los estudiantes de Educación Social. Analizaremos las características de la tutorización y cómo ésta puede llegar a optimizar el proceso de formación del alumnado.

2. Cómo se define y caracteriza la Acción Tutorial dentro del EEES.

OrientaciónExisten numerosas definiciones que tienen como objetivo delimitar qué es la Acción tutorial, para qué sirve y a quién va dirigida. Todas ellas, partiendo desde distintas perspectivas, elaboran su definición en torno a los siguientes conceptos: orientación, asesoramiento, proceso cooperativo, madurez del estudiante, actitud crítica y reflexiva.

Como referente, Gairín (2004) (citado por Campoy Aranda, 2009, p. 49) nos propone la siguiente definición: “un proceso orientador que desarrollan de manera conjunta profesor y estudiante, en aspectos académicos, profesionales y personales, con la finalidad de establecer un programa de trabajo que favorezca la confección y diseño de la trayectoria más adecuada a la carrera universitaria escogida”.

Por tanto entendemos que la acción tutorial va dirigida a todos aquellos alumnos universitarios, en este caso de Educación social, que necesiten en determinados momentos y circunstancias un apoyo a nivel de orientación, asesoramiento o comprensión donde el alumno encuentre un apoyo que abarque tanto los aspectos puramente académicos así como los personales.

Esta acción tutorial, puede desarrollarse partiendo de distintos supuestos teóricos, por ello encontraremos a docentes que asuman la tutoría a partir de las características propias de la tesis de la disociación, según la cual  tutoría es considerada como una acción completamente voluntaria, sujeta a un horario determinado y cuyo objetivo es exclusivamente aclarar conceptos relacionados con el programa de la asignatura. Por otro lado contamos con la teoría de la complementariedad en la cual la tutoría es un complemento de la acción docente, el profesor es consciente de la necesidad de apoyar al alumnado más allá de la propia clase, en esta teoría ya se incorporan términos como madurez personal y orientación profesional.

La tercera tesis es la de la integración, donde la función tutorial y docente están integradas, su propósito es la excelencia académica y considera al estudiante como sujeto activo y proactivo de formación.

Previamente a la implantación del EEES, la tutoría se ejercía básicamente desde la óptica de la primera teoría, sin embargo actualmente  la acción tutorial se encamina paulatinamente hacia la tesis de la integración, por lo tanto tal y como expone Campoy (2009, p. 51) “la acción tutorial se entiende como una actividad inherente a la función del profesor”.

3. Relación tutor-alumno en Estudios de Educación Social.

La transición del Bachillerato a la universidad, supone para el alumno un momento de cambio, de incertidumbre puesto que se expone a un nuevo contexto educativo, nuevos conocimientos, nuevo profesorado y nuevas metodologías. Esto implica una distancia entre su referente educacional de años atrás con la nueva situación que experimenta. Bien es cierto que no todos los alumnos reaccionan de la misma forma al cambiar de institución educativa, la adaptación es diferente, más sencilla o más compleja en función de las características personales de cada alumno.

La asignación de un profesor-tutor en este primer contacto con la realidad universitaria y con los estudios elegidos, en el caso que nos ocupa Educación Social, tiene una gran importancia, no es lo mismo comenzar el grado en Educación Social sabiendo que tienes un apoyo al que asirte en caso de dificultades que encontrarte sin ningún tipo de referente.

Teniendo en cuenta lo anterior ¿qué aspectos de la formación en Educación Social pueden ser abordados desde la Acción tutorial? Tal y como la entendemos, la interacción entre el tutor y el alumno debe ser global, atendiendo a aspectos académicos, personales y profesionales.

TutoríaA nivel académico, lo primero que podemos comprobar es el gran cambio en el tipo de asignaturas. Si bien es cierto que el alumno en el proceso de elección de sus estudios es consciente de que va a existir un cambio cualitativo en este aspecto, ello no le exime de las dificultades que puedan acarrear éstas. Bien, nos encontramos pues, con nuevas asignaturas: Psicología social y del desarrollo, sociología, pedagogía, métodos de investigación, Servicios Sociales y Bienestar social, educación de personas adultas, entre otras. El contenido de estas asignaturas dista mucho de los contenidos del Bachillerato. En estos estudios previos a la universidad, tomemos la modalidad que tomemos, incluyendo la denominada opción de ciencias sociales, sus asignaturas no tienen casi ningún vínculo con las que se cursan en Educación Social.

El tutor, en este aspecto, por su experiencia docente y pedagógica dispone de las herramientas adecuadas que sirven para que el alumno pueda  ir trazando su andadura formativa siendo capaz de afrontar los nuevos retos que estas asignaturas suponen.

Hablemos ahora de la relación alumno-tutor y los aspectos personales.

Según Campoy (2009, p. 63) “el objetivo en este ámbito se basa en el desarrollo integral del estudiante. La acción tutorial abarca ámbitos más allá del estrictamente académico, para adentrarse en cuestiones personales y profesionales”.

Del mismo modo Campoy (2009) considera que mediante la tutoría en el ámbito personal, se ayuda al estudiante a hacerse una idea objetiva de sí mismo y de sus capacidades, identificar sus dificultades personales, descubrir sus intereses, fortalecer su autoestima, desarrollar nuevas habilidades sociales que mejoren su nivel de participación en integración en la universidad entre otros aspectos.

Acompañar

Destacamos como imprescindible el rol del tutor durante el periodo de prácticas. El prácticum en Educación social, supone en muchas ocasiones, el primer contacto con el mundo profesional y el ámbito social-educativo. De esta forma el estudiante pasa de su estancia diaria en un aula a la realización de prácticas en diferentes contextos: centros de menores, cárceles, centros cívicos, bibliotecas, comunidades terapéuticas, colegios… es durante este periodo de tiempo donde el alumno puede demostrar, mediante la implementación de un proyecto, sus conocimientos y sus competencias adquiridas. No obstante esta etapa de formación no está exenta de dificultades. Dificultades propias del paso de la teoría a la práctica educativa. La figura del tutor ayuda a amortiguar los contratiempos derivados de la falta de experiencia. “En este sentido, la acción tutorial, ha de orientarse en la línea de propiciar los espacios para orientar al alumno a que asuma un papel activo y reflexione sobre su proceso de transición a la profesión” Campoy (2009, p. 69).

Otro elemento de reseñable interés es el denominado Proyecto Profesional, elaborado dentro del marco de la acción tutorial cuya finalidad es analizar el potencial profesional del alumno así como diseñar estrategias que tengan como finalidad la mejora de las habilidades necesarias para el desempeño de la profesión de educador.

4. Aspectos que determinan una óptima relación entre tutor-alumno.

El resultado óptimo entre la relación tutor-alumno, vendrá determinada en buena medida por como éste enfoque su quehacer universitario. Un estudio reciente (Méndez García 2009, p. 11)  sostiene que los estudiantes pueden afrontar sus roles en la universidad desde tres estilos diferentes:

  • OrientaciónEstilo técnico o positivista: hace referencia a aquel estudiante centrado en cómo hacer lo que le dicen que haga, y cómo hacerlo de una forma mecánica y poco reflexiva. Un estudiante que se considera el último eslabón dentro de la jerarquía universitaria, que cumple mecánicamente con los plazos, con las tareas marcadas para superar de un modo burocrático las barreras del sistema. Existe poca implicación personal.
  • Estilo práctico o reflexivo: representa a un estudiante cuya preocupación no se centra exclusivamente en hacer lo que le dicen que haga sino qué se pregunta el por qué de lo que hace y para qué lo hace. Se trata de un estudiante mucho más reflexivo e inquieto.
  • Estilo estratégico o crítico: estudiante de características similares al anterior al que se le suma un espíritu reivindicativo y participativo con la finalidad de diseñar y presentar nuevas propuestas que contribuyan a la mejora de la calidad formativa universitaria.

En relación con lo anterior podemos concluir que la acción tutorial será más efectiva, eficaz y positiva en la medida en que el estudiante se muestre participativo, tenga iniciativa, actitud reflexiva y sobre todo valore como imprescindible la acción tutorial dentro del sistema universitario y se sirva de ella como elemento fundamental para conseguir sus objetivos académicos, personales y profesionales.

PersonaEn el otro lado nos encontramos con la figura del tutor quién además de su función instructiva e investigadora, atiende ahora a la función tutorial.

Campoy (2009, p. 92) cita a García Nieto y otros (2005) quienes establecen una serie de cualidades que sería recomendable en un tutor destacamos entre ellas: persona equilibrada, sana y madura, sensibilidad para detectar y entender los problemas juveniles, conocimientos teóricos sobre educación y ciencias afines, conocimientos sobre relaciones interpersonales, conocimientos de técnicas de diagnóstico e intervención educativa y así como cierto dominio de la tecnología de la información con el propósito de incluirlas en la actividad tutorial.

Si bien es cierto que teóricamente serían recomendables estas características, creo preciso matizar que, de la misma forma en que existen alumnos con diferentes objetivos y características dentro de la formación en Educación Social, también podemos encontrar en la docencia y en la acción tutorial diferentes implicaciones. En el párrafo anterior hablamos de términos como madurez, sensibilidad… no obstante estas y otras características no tienen por qué ser inherentes al profesor, es decir, no se tiene un mayor nivel de madurez ni de sensibilidad sólo por el hecho de ser docente del mismo modo que no todos los alumnos matriculados en Educación Social tienen la misma vocación e interés.

De modo que teniendo en cuenta todo lo anterior podemos afirmar que la tutoría como parte integral de las funciones del docente es ideal, sin embargo “en la práctica resulta muy difícil llevar a cabo. Las infraestructuras de la universidad española, las características del alumno medio universitario y las demandas que exige en términos de tiempo y formación del profesorado son algunas de las principales dificultades” (Campoy, 2009, p. 52).

Campoy (2009, p. 52) cita a García Nieto y otros (2005) los cuales hacen hincapié en las siguientes dificultades:

  • Los cambios excesivamente rápidos, lo que supone adaptaciones importantes ante las cuales las instituciones no reaccionan siempre con la diligencia adecuada y el profesorado a su vez ante estos cambios se siente inseguro y faltos de confianza en el éxito que se pretende obtener con la acción tutorial.
  • Dificultades que derivan de las características personales del tutor universitario, éste debe reunir unas cualidades específicas (empatía, asertividad, responsabilidad, actitud positiva hacia la función tutorial, habilidad para comprender…).
  • La dificultad de afrontar la tutoría frente a grupos de alumnos poco motivados y que deciden, ante la incapacidad de saber qué es lo que quieren estudiar, matricularse en Educación Social, sin saber si en ellos existe una claro interés vocacional hacia este ámbito.

Bibliografía

Campoy Aranda, t. (2009). Fundamentos teóricos de la tutoría universitaria. En Pantoja Vallejo, A  y Campoy Aranda,T(coords), Planes de acción tutorial en la universidad. Jaén: publicaciones Universidad de Jaén (pp.49-71).

Campoy Aranda, t. (2009). La tutoría en la universidad. En Pantoja Vallejo, A  y Campoy Aranda,T (coords), Planes de acción tutorial en la Universidad. Jaén: publicaciones Universidad de Jaén (pp.75-99).

Méndez García, R (2009). Los estudiantes: su percepción sobre lo que implica “ser estudiantes” y “hacer universidad”. Revista de Investigación Educativa, 27 (1), 9-26.